lunes, 25 de abril de 2011

¿ A qué sabe el chorizo en Turquía?

Bueno, chorizo, lo que se dice chorizo no es, pero es algo similar. Lo probé por primera vez hace dos meses, y me encantó. Es una especie de salchicha especiada, y según la Wikipedia se come en los Balcanes, Oriente Medio y Asia Central. En mi caso, el que probé era de Turquía. El sabor no es el mismo que el del chorizo, ni por asomo. Pero tiene un sabor delicioso, muy especiado. Está hecho con carne de cerd... ¡No! ¡De ternera! (Uy, por poco picáis :D). Según boca de turco, quien tuvo el detalle de enviármelo, se suele comer con huevos fritos. Yo lo comí a secas, y lo hice con aceite de girasol, como se suelen cocinar las cosas por allí.



Así que ya sabéis, si váis a Turquía o algún país en el que se venda "sucuk", ¡no perdáis la oportunidad de probarlo!



Ah, y se pronuncia "sujuk", como las "j" en inglés o en francés. Más o menos :)

domingo, 17 de abril de 2011

Un Burka por Egoísta.


La tentación fue más fuerte que mis propias palabras. Me dije a mí misma una y otra vez que no pensaba comprarme "Un Burka por Amor"...
Bueno, pues hace cosa de una semana me lo encontré tirado de precio y decidí darle una oportunidad, pensando que siempre que se hace una película sobre algún libro se acaba desformando la historia de una manera brutal, como en "El Amor en los Tiempos del Cólera". Sólo puedo decir que no entiendo cómo semejante basura ha podido salir al mercado y convertirse en un "best seller".La que se ha encargado de redactar esta "fabulosa" y "emocionante" historia ha sido la periodista Reyes Monforte (foto principal). No he leído ningún otro libro suyo, ni pienso darle ese gusto.

Como ya sabéis, narra la historia de María Galera, una mujer que se enamora locamente de un afgano estando en Londres con en el que se casa, se convierte al islam y tiene un hijo. Un día la familia de Nasrad (el marido de María) llama para pedirles que viajaran a Afganistán para ver a éste y a la esposa. Se va estando embarazada de su primer hijo, y por el ajetreo del viaje (es de suponer) se le adelanta y el parto y da a luz a su hijo allí. Bueno, sí, es de pocas luces, pero algo pasable comparado con el resto de cosas que le da por hacer. Estando ya de nuevo en Londres, al cabo de un tiempo, llama la familia de Nasrad, pidiéndole que vuelva a Afganistán, que su padre está muy enfermo. De este modo, el marido de María decide volver, y ésta se emperra con que también quiere ir, que sin él no puede vivir. Así que ahí van, con un bebé y rumbo a Afganistán. Total, que les roban el pasaporte en la frontera con Pakistán y se quedan encerrados en este país durante años, teniendo María que aguantar las humillaciones de la suegra en la aldea, por un lado. Y por otro, acostumbrarse al terror de tener que vivir en una ciudad como Kabul bajo el dominio de los talibanes. Es lo que tiene ir a un sitio del que ni siquiera te has molestado en buscar información.
Finalmente, gracias al sacrificio de su hermana y un guardia civil, consigue salir y regresar a Mallorca. Al cabo de dos meses... ¿Qué pasa? Decide volver a Afganistán, porque sin su marido no puede vivir. Y ya, sobrepasando los límites del egoísmo y el capricho, se lleva a sus hijos (tuvo una más en la aldea). En resumen, la hermana se deja la piel en conseguir y pagar un crédito para que la niña pueda salir del marrón en el que se ha metido. Y además, para colmo, decide volver a Afganistán y privar a sus hijos de tener una vida alejada de la pobreza, la violencia y el hambre. Al fin, gracias a un empresario que la escuchó en un programa de radio, consiguió volver a España con sus pequeños, donde más tarde se reencontraría con su marido.
Toda una joyita.


María Galera colocándose el burka que llevó en Afganistán.

La calidad de la narración no supera mucho a la historia. Empezando por que ni siquiera menciona el idioma que habla su marido, y tampoco la etnia a la que pertenece, algo bastante importante si se habla de Afganistán. Las fechas están cargadas de contradicciones, de hecho, por la poca información que da no se puede saber ni a qué se deben los bombardeos. Pero si hay algo que en especial me desconcierta es cuando María vuelve definitivamente a España en el año 2006, si no recuerdo mal, pero los talibanes cayeron en el 2001. Entoces... ¿Por qué los sigue mencionando? ¿Por qué no ha nombrado algo tan importante como es la caída del régimen talibán?. Y fallos de ese tipo, hasta hartarnos... Sin olvidarnos tampoco de lo mal redactado que está.

En conclusión, uno de los peores libros que hasta ahora he leído. Jamás he oído una historia tan cargada de victimismo como ésta. Lástima de papel, de dinero y de tiempo.

¿Un Burka por amor? Un Burka por egoísta, diría yo.

lunes, 27 de diciembre de 2010

Escuela de belleza de Kabul: Lo que se esconde tras el velo.

Hace aproximadamente dos años, se me antojó por mi cumpleaños "Escuela de belleza de Kabul". Culpo a este libro por ser el que me despertó ese interés y esa predilección que tengo hacia Afganistán y todo lo que tenga que ver con su cultura.

Deborah Rodriguez, la autora del libro, narra sus gratas (y no tan gratas) experiencias al tomar la decisión de partir hacia Afganistán con el fin de poder aportar algo de provecho a sus gentes. Tras marchar con una ONG en la que prácticamente se sentía inútil, se le ocurrió la idea de abrir una escuela de belleza en la que las mujeres afganas pudieran aprender un oficio para en un futuro abrir su propio salón y mejorar las condiciones económicas de la familia.
Tras numerosas idas y venidas de E.E.U.U a Afganistán y viceversa, logró su objetivo y consiguió abrir una escuela que poco a poco fue cogiendo fama por todo Kabul, graduándose así varias promociones de alumnas.
La escuela acabó por convertirse en un lugar donde, a parte de aprender, las mujeres se sentían libres lejos de la vista de los hombres y podían hablar de sus intimidades sin tapujos, reir en alto, ser coquetas, bromear, y olvidarse de las penurias que las rodeaban.



Me ha parecido una historia muy curiosa que acerca un poco más a la realidad afgana. Es escalofriante que prácticamente todas y cada una de las alumnas de Deborah sufrieran maltratos físicos por parte de sus maridos. Recomiendo el libro por la simple razón de que muestra aspectos desconocidos de este bello país que nunca he leído en ningún otro libro.
Aunque, sin embargo, tiene un "pero". Claramente se ven las buenas intenciones de Deborah Rodriguez al querer aportar su granito de arena, de hecho no ha aportado un granito, sino una playa entera. El problema es que no ha tenido en cuenta la mentalidad afgana al relatar las historias de sus alumnas con pelos y señales, incluyendo sus nombres y mostrando a los medios alguna que otra fotografía. Esto ha hecho que muchas de ellas fueran tachadas de prostitutas, o incluso fueran amenazadas de muerte.









Otro pequeño detalle que no me gustó mucho fue su repentino matrimonio con Sam, un ex seño de la guerra al que sólo lo conocía de unos pocos días. Según ella, para no sentirse sola y recibir cariño. Casarse con un desconocido, para mí, es como jugar con el fuego...


Con Sam, el que fue su marido durante su estancia en Afganistán. Pertenece a la etnia uzbeka y luchó en la facción muyahiddín de Dostum durante la guerra contra los soviéticos y la guerra civil.

Debbie, junto con otras peluqueras, ha hecho un documental sobre las escuelas de belleza afganas. El trailer tiene muy buena pinta ¡pero no consigo encontrar el documental completo por ningún lado!



¡Que disfrutéis! :)

domingo, 26 de diciembre de 2010

¡Feliz Navidad!

En un blog sobre Oriente, lo que pega es un villancico oriental ¿no? :)



Que paséis una buena Navidad y que comáis bombones hasta reventar ¿de acuerdo? :)



Un besazo a todos.

miércoles, 25 de agosto de 2010

La miseria pakistaní no está de moda.


Pakistán está inundado, 200.000 desplazados, 3,5 millones de niños en peligro de contraer enfermedades mortales y tan sólo una "celebrity" se ha pronunciado ante ello.
Como siempre, la bella, tanto por dentro como por fuera, Angelina Jolie. Aparte de Greg Mortenson, que por supuesto, daba por sentado que iba a ayudar al pueblo pakistaní.
Indignante e injusto.
¿Dónde están los famosos como Shakira y diversos actores de Hollywood ricos que dicen ser solidarios? ¿Qué pasa, que un niño pakistaní no da la suficiente publicidad que ellos desean?
Todo el apoyo (merecidísimo, por supuesto) que recibió el pueblo haitiano no lo está recibiendo el pueblo pakistaní, cuya población se pelea ahora mismo por conseguir agua potable y algo que llevarse a la boca.
Según la ONU, las necesidades humanitarias son mayores que en Haití.
¿Uy, famositos millonarios, dónde estáis? ¿Y los que no son famosos pero sí millonarios?
No puedo evitar estallar de impotencia. Ojalá me sobraran millones.
















¿No es suficiente?
Parece ser que no.

El festival más colorido del mundo.

Muchos de vosotros os habréis dado cuenta que cada vez que hacen un documental sobre la India, siempre se las apañan para acudir justo cuando empieza ese conocido festival del color, donde todo el mundo, sin excepciones sale a las calles para tirarse polvitos de colores mientras éstas se inundan de música.



A ese divertido día se le conoce como Holi, una festividad religiosa cuyo origen está basado en la mitología hindú.



Se cuenta que al rey de los infiernos, Hiranyakashipu, le fue otorgado por Brahma la bendición de no poder ser matado ni en el día ni en la noche, ni con armas u oraciones, ni fuera o dentro de casa.
Su arrogancia creció tanto que hasta les llego a prohibir a sus propios hijos que adoraran a otro dios que no fuera él.
A pesar de esa prohibición, uno de sus hijos, Prahlada, se mostraba como un devoto al dios Vishnu.

Prahlada.
Y eso enfureció al rey de los infiernos hasta tal punto de querer asesinarlo sea como sea.
Tras varios intentos de asesinato, Hiranyakashipu decide matar a su hijo quemándolo en una hoguera sentado en las rodilla de su hermana, Holika, que estaba protegida por un manto mágico.
Cuando el fuego se encendió, Holika murió quemada, y aquel manto mágico cubrió a Prahlada, protegiéndolo de la muerte, celebrando así el triunfo del "bien" sobre el "mal.
Así la muerte de su hermana Holika, se celebra como "Holi", ya que ésta era la mujer-demonio.
Según la zona de la India en la que te encuentres, puedes observar diferentes rituales.
Durante los tres días que dura el festival, se hacen regalos entre ellos, como cajas de dulces.



Se celebra a finales de febrero o a principios de marzo, coincidiendo con el calendario hindú.



Suena apetecible. ¿Se apunta alguien? :D


martes, 17 de agosto de 2010

Lebensborn. Fuente de vida nazi.

Al escuchar la palabra "Himmler", no es poco usual, y tampoco anormal, que la cabeza la vincule con otras palabras como " II Guerra Mundial", "Campos de exterminio", "Solución Final" o " Raza Aria".
Pero hay algo que, quizá por desconocimiento al no ser mencionadas siquiera en los libros de historia, nuestra cabeza no vincula a este hombre bajito de aspecto enclenque y, que en cambio, marcó para siempre la vida de aquéllos que tuvieron el infortunio de haber asomado la cabeza por primera vez aquellas terroríficas casas de evidiable pulcritud,rebosantes de inocentes niños .
Hablamos de las Lebensborn, creadas por Heinrich Himmler, cuya única finalidad fue la de expandir la raza aria por todo el continente creando pequeños futuros soldados bajo es eslogan de "Ten un hijo para el Führer".

Lebensborn significa "fuente de vida" y allí es donde acudían mujeres alemanas embarazadas de soldados alemanes para pasar allí la recta final de su embarazo y criar a sus hijos, la mayoría de ellas acudían orgullosas de poder ofrecer un hijo de raza pura al Führer.
No obstante, no eran sólo las mujeres alemanas las que se hospedaban en una Lebensborn. Mujeres holandesas, noruegas, francesas, belgas, austríacas... también acudieron a estas instituciones.
Éstas, en su mayoría, no ingresaron por sus ideales políticos, sino por necesidad. El perfil más común era la de chica soltera, embarazada de un soldado alemán, marginada por la sociedad. Allí se les ofrecía los alimentos que la gente de a pie ya no podía conseguir: Asistencia médica en caso de necesitarla, vitaminas, ropa, exhaustivas revisiones médicas y protección frente a la precaria situación del viejo continente.
Eran todos los cuidados que una embarazada deseaba y necesitaba, pero todo lo bueno tenía, y tiene, un precio, y ese precio era el pequeño soldado alemán que llevaban en su vientre.
Al nacer, esos niños iban al orfanato, donde en un futuro serían adoptados por buenas familias alemanas. Por el contrario, si el padre de la criatura engendrada estaba dispuesto a casarse con la chica o adoptar a su hijo, el niño se libraba de ser dado en adopción.

A pesar de la existencia de extranjeras en las Lebensbons, no todas eran aptas para su admisión, sino que se tenían que adaptar al prototipo de mujer aria: Rubia, de ojos claros y piel blanca. Para ello, antes de ingresar, se sometían a tests que verificaban su nivel de "ariedad".
Para muchas de ellas, fue muy duro dejar allí a sus pequeños, que al fin y al cabo, habían vivido dentro de ellas durante 9 meses, tiempo más que suficiente para crear un fuerte vínculo.
Pero la peor parte viene después de la II Guerra Mundial, sobre todo en las Lebensborns del extranjero, que tras el final de la invasión, estas inocentes criaturas fueron condenadas al ostracismo, siendo considerados como escoria y tratados como tal.
Un gran número de ellos, ya ancianos, sufren problemas psicológicos.

Y así es como el malévolo experimento fallido (como todos sus proyectos) de un solo ser, puede causar tanto daño a miles personas.


Momento en el que se le asignaba un nombre al bebé.


Doctor midiéndole el tamaño del cráneo a una "niña perfecta".


Madres de paseo junto con sus hijos en el recinto de una Lebensborn.


Enfermeras en el orfanato de una Lebensborn.


Bebés en moisés con una enfermera bajo la bandera de la Waffen SS.


Propaganda fomentadora.


Si habéis sentido curiosidad, recomiendo un libro que abarca este tema. No está basado en hechos reales, pero sí ayuda a entender la angustia de muchas mujeres durante este ocuro episodio de la historia. Se titula "La cuna de mi enemigo", y narra la historia de una joven medio polaca y holandesa que tiene que quedarse embarazada para ingresar en una Lebensborn a nombre de su prima muerta con el fin de poner a salvo su propia vida. No tiene desperdicio.